La música popular

Recogida Blog
29 de diciembre de 2022

Una forma de acercarnos a nuestros orígenes

Desde los orígenes de todas las civilizaciones que habitan la Tierra observamos la presencia de la música, desde lo práctico hasta lo místico, la música ha estado presente en la evolución del ser humano como si de un alimento se tratara, un alimento para el alma, como el grano lo ha sido para el cuerpo.

Música y agricultura han ido de la mano en la evolución de las distintas culturas, por ello, hoy podemos acercarnos a la historia de nuestros antepasados a través de la música popular, tan vinculada a la vida de los hombres y mujeres que trabajaron estas tierras y habitaron nuestros pueblos.

La música siempre ha estado presente en las labores del campo, como modo de acompañar o animar el trabajo, celebrar el final de las cosechas, rendir homenaje a los santos patronos, etc. siendo el canto, el recurso más utilizado, el denominado “Cant de batre” o la música ya más evolucionada como las jotas o fandangos. Gracias a la labor de musicólogos e intérpretes como Fermín Pardo, Pep Gimeno El Botifarra o Paco Blasco, que nos ha acompañado en Olenda, hoy podemos disfrutar de las melodías que cantaba la gente en el campo mientras realizaban a mano las duras tareas del campo. El canto se convirtió en un elemento indispensable para pasar más entretenidas las duras horas al sol durante el trabajo, o para marcar el ritmo de los animales en el arado. Y como no, también se cantaba durante la recogida de la aceituna y, en Olenda, hemos querido recrear este momento de la cosecha con la música popular acompañados por instrumentos populares valencianos: la dulzaina y el tabal. Obras como la Jota de la Serra, de carácter alegre y vivaz para animar el trabajo del campo. Esta música tradicional también solía acompañarse de pequeña percusión, tocada generalmente por mujeres, utilizando objetos de la vida cotidiana como calderos, cucharas, tinajas, tablas de lavar, etc.

La movilidad social siempre ha sido un factor de transmisión de música de unos sitios a otros, y los trabajos temporales del campo, como las cosechas, un gran encuentro de gente de diversas regiones de España que trajeron consigo también música de su tierra, como el fandango que también se extendió en nuestro territorio, un buen ejemplo de ello es el Fandango de Ayora.

En Olenda os mostramos los saberes populares que nos han transmitido nuestros abuelos viéndolo de una forma auténtica, donde la música siempre está presente como reflejo de la cultura del ámbito rural. Así podéis participar de la recogida de la aceituna en una experiencia que ilustra la cultura del AOVE. Si no pudisteis disfrutar de la recogida en Olenda este año, no os preocupéis, el año que viene os estaremos esperando.

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